En busca de un buen vestido [momoe]

- ¡Ah~! Aquí estás, hehe - dije riendo, apoyando una mano en su hombro desde atrás.
Me senté frente a él unos segundos para descansar -ya que había estado caminando todo el día- y le enseñé una bolsita de madera.
- Estaba comprando dulces en el kiosko de allí - dije señalando un negocio -. ¿Quieres uno~? - ofrecí, tomando yo misma una pequeña paleta.

Me pongo de pie, metiéndome la paleta en la boca aún con su envoltorio.
- Hai~. Vamos - dije sonriente. Luego me quedé pensativa un momento. ¿A dóde era que íbamos? Ah, a comprar un vestido..., soka, soka. ^^

Miro la foto con los ojos muuuy abiertos.
- ¡Ella es muy hermosa! ¡Y tan elegante~!... Oye, olvídalo, seguramente el vestido sea demasiado para mí... ._. - dije y luego subí cuando me abrió la puerta.

Me acurruco en un lugarcito del asiento.
- Nai, tengo de elegante lo que un elefante de delgado... -w- - sigo enfurruñada y apenada -. ¡Hasta mi cuerpo es de niñita aún...! Y eso que tengo 17 años... - me quejo, tomando un espejito de mi bolso y mirando con pesadez mi cara aniñada.

Rio y le doy unos golpecitos en el hombro.
- Hahaha, nai, nai... Tú ya eres todo un hombrecito. Las mujeres suelen desarrollarse más tardíamente. ... Demo, yo no he crecido ni un sólo centímetro desde que me volví adolescente... Ni de aquí - dije palmeando mi cabeza -, ni tampoco aquí - añadí agarrando con mis manos lo poco de pecho que tenía, si es que tenía algo. xD -. Creo que debería buscar un vestido para niñas... O alguno que tenga volados para disimular -w-.

Me cruzo de brazos.
- Bien... Si Kana-san llegara a hacer algo que me sienta bien, la llamaré "la Diva de los Milagros" - bromeé.

- ¡WOWOWOWOW~! - exclamo, llevándome una mano a la boca y mirando todo el alrededor con atención -. ¿A-Aquí vive ella...? - pregunté aún con admiración.

Salgo y me escondo detrás de Ryuubakugan, apenada.
- Oii... No creo que sea una buena idea... - murmuro.

Miro intrigada a ambos, pero no digo palabra. Luego, dirigiéndome a la mujer, hago una reverencia algo pronunciada y sonrío un poco nerviosa.

Trago saliva al sentir la caricia de la muchacha. Parpadeo repetidamente y luego abro la boca para hablar. Arrepintiéndome, fruncí el ceño y cerré la boca. Luego, me paré erguidamente y carraspeé.
- ...Sólo Momo. Con llamarme "Momo" está bien... - dije para cubrir el silencio que me había seguido. No era lo que realmente quería decir, pero era suficiente para enmendarlo.

Hago que me suelte la mano y la llevo a mi pecho, desviando la vista hacia otra parte para ocultar mi sonrojo.
- Tengo mis motivos para estar disconforme conmigo misma... Ya verás. Nada puede quedarme bien... - digo mientras me cruzo de brazos y bufo un poco.

Miro con curiosidad y una expresión de "¡Quiero saber de qué están hablando! No digan secretos delante mío. >w<" ocupó mi rostro.
De mala gana, los seguí dentro de la casa, mirando apabullada a la gran cantidad de sirvientes y la elegancia del lugar. Procuré portarme bien para no desentonar en el lugar. Entonces, pienso que quizás no me estoy portando adecuadamente y, queriendo mejorar mi manera de caminar, doy un traspié y me caigo de bruces al suelo. Me levanté rápidamente, intentando no llamar la atención y me tapo la nariz, que me había dolido. >w<