En busca de aquella persona.

Volví a encontrarme en el mismo sitio donde nos conocimos esa vez con aquella muchacha de cabellos violeta. Huh... Se ve que no la he encontrado aun. Seguí buscándola y mostándole la foto de ella a las personas de por ahi, para ver si podían decirme dónde se encontraba ella ahora.

Mientras caminaba tranquila y disfrutando del bello día, miro a aquella persona que les pregunataba a otras sobre alguien.
Qué estará pasando¿?
Me pregunté, mientras me acercaba a él.
Oiga! Perdón que me meta. Podría decirme a quién esta buscando¿?
Le pregunté curiosa, acercándome a ver la foto.

Al ver que se me acercó una bella jóven rubia, le contesté: Oh... No es nada, Solo estoy buscando a esta muchacha. Enseñándole la foto para que la observara. Su nombre es Haruka Saigusa. Le dije, mientras esperaba a que me respondiera.

Al observar la foto me quedé sorprendida. Y le pregunte:
Usted conoce a Saigusa-san¿? Es algun pariente de ella¿?
Mirándolo con un rostro frío y serio.

Digamos que si la conozco. Soy su novio. Y necesito saber dónde se alverga ella ahora. Le contesté  haciéndome el preocupado. Y tú... ¿La conoces?

Asi que eres su novio. No te creo... Ella ahora esta con otra persona. No creo que seas su novio.
Le dije, mientras comenzaba a poner una cara sádica.
Ella es mi compañera de clases. Sólo puedo decirte eso sólo.
Me hice la tonta y me voltié, comenzándo a caminar.

La volteé y la acorralé contra un árbor. Me dirás dónde esta... O sino... Saqué una cadena con una cuchilla de mi manga y se la pose en su cuello. Tendré que hacer que me lo digas a la fuerza. Mirándola de manera sádica.

Al voltearme, saque una de mis pistolas y la puse sobre su nuca.
Juh... Veo que estas dispuesto a todo para que te lo diga... Tanto te interesa Haruka-san¿?
Le pregunté, mirandolo fijamente.

¿Entonces me lo dirás? Le pregunté, apretando mi cuchilla contra su cuello.

Lo observé de forma sádica y le respondí:
No. Piensas que soy lo suficientemente tonta para decirle a un extraño donde vive mi compañera¿? Bien, piénsalo de nuevo!!
Le contesté, empujándolo y comenzándole a disparar.

Comenzé a esquivar los disparos, la golpeé para que soltara las armas y le dije: Cálmate. Solo necesito que me digas dónde esta. Por favor. Ya no puedo estar sin ella. Le dije con tristeza y calléndoseme una lágrima. Por favor... Jóven de cabello dorado.

Lo miré y me avergonzé de todo lo que había hecho. Solo pensaba que era algun pervertido que la estaba buscando.
P-Perdóneme... Es que sólo pensé que era algun pervertido. Sólo necesito que me de una prueba de que es su novio, para poder darle lo que me pidió y para creerle.
Le dije apenada y sonrojada por todo lo que paso.

Ya que traía mi mochila, saqué un album y se lo mostré. ¿Ves? ¿Ahora me crees? Aquí estamos de vacaciones los dos, aquí en mi cumpleañosy aquí en navidad. Le dije mostrándole y explicándole cada foto. ¿Ahora puede creerme chica de cabello dorado?

Al ver las fotos y al escuchar su explicación, le creí. Ya que no me quedaba otra.
E-Esta bien... Te creo. Pero Espero que no vuelva a pasar lo de hoy.
Le dije en forma de regaño en broma.
Bueno, ella vive en el segundo edificio donde esta la recidencia departamental. El piso en el que vive es el ante último, departamento 306. Espero que pueda servirte muchacho de ojos carmesi. Y mi nombre es Tokido Yui.
Le dije sonriéndole.

Eso lo tendría que decir yo. Le decia, riéndome. Oh! Muchas gracias. Eres muy amable. Te lo recompensaré. Saqué de mi mochila un colgante con la forma de una cruz con unas alas. Esto te servirá. Si estás en problemas, el colgante comenzará a brillar y te dará poderes demoniacos. ¿Entiendes?  Le explicaba, sonriéndole. Espero que te guste. Es un presente en modo de agradecimiento. Y tu nombre es bellisimo Tokido-san. El mío es Hikari Namoto. No lo olvides, Tokido san. Volteándome y llendo hacia su departamento.

Jajaja. No tienes que molestarte.
Al ver que sacó ese colgante, me lo colocó y me explicó todo eso. Pense *Entonces, el es un demonio. Wow... Soy la aliada de un demonio. Que exitante...*
Si, comprendo. Y gracias por el cumplido Namoto-san.
Le gritaba mientras él se alejaba.
En ese momento, sentí un dolor en mi pecho y pensé *Demonios, se ve que el poder del colgante es demasiado para una debil humana como yo. Ese demonio. Sentí una precesncia muy rara en él. Será que realmente quiere estar con Saigusa-san por amor.*
Mientras el colgante comenzaba a brillar apenas.

(Post Terminado)