llevando a yui-chan a descansar

-luego de un rato llego con yui ala enfermeria donde la recuesto en una de las camas vacias y luego sentarme en una silla cercana en espera a que ella despierte- todo me es familiar....-murmuraba mientras miraba por la ventana-

Salgo de detrás de unas cortinas al oir ruido en la sala. Pude ver a Ryuubakugan y a una muchacha de cabellos rubios.
- ¿Ryuubakugan...? - pregunté al verle por allí, acercándome - ¡¿Tokido-san?! - exclamé preocupada al verla, pero en voz baja para que no le moleste.
Me puse junto a ella y le acaricié la frente, removiendo el cabello de su rostro para que no le molestase.
- Kurogane-sensei, el encargado de la enfermería, está fuera por un momento... Aunque creo que no debe tardar en llegar - expliqué -. ¿Se ha desmayado? - inquirí refiriéndome a Tokido.

En eso me levanto, aun mareada.
Mmhh... ¿Qué sucedió?
Mientras fregaba mis ojos, que estaban cubiertos por lágrimas.

- Es por mis problemas cardíacos... Hago visitas periódicas a la enfermería - le explico al muchacho.
Me acerco a Tokido y la ayudo a mantenerse erguida.
- Espera, levántate despacio... Si no lo haces, volverás a desmayarte. Respira calmadamente y espera a que el curso de la sangre y respiración se normalicen - dije ayudándola.
En eso, aparto con una mano a Ryuubakugan.
- No es bueno que coma eso ahora... Lo mejor sería llevarla a la cafetería a que coma algo saludable... Demo, ¿tienes algunos caramelos con mucho azúcar? Le subirán la presión y así podrá aguantarse hasta que lleguemos allí. Ayúdame a llevarla - le pedí con una sonrisa -. Cuando acabe de comer volveremos para que sea atendida por el sensei - propuse.

En eso, rompí en llanto. Mientras decía por lo bajo.
Haru-chan... Haru-chan...
Tratándo de ir por Kyouya.

Sujeto la mano de Yui para infundarle fuerzas.
- Tranquila, Tokido-san... Saigusa-san estará de regreso pronto... Ya lo verás - le dije sonriente y acaricié su coronilla con la mano que tenía libre [color=pink]-. Ahora sólo descansa.

Es que tengo que hablar con Hibari... El tiene algo que ver con esto... Maldito...
Sacándo una de mis armas y tratándo de mantenérme en pie. Pero no lo logré.

Le pegué una dura cachetada.
- ¿Puedes, por un momento, preocuparte por tí antes que los demás? Deja de tomar decisiones estúpidas. Podrás hablar con Hibari luego - repliqué con seriedad, tomando sus armas y arrojándolas sobre la camilla.
Tomé a Tokido del brazo, evitando que pudiera así alcanzarlas.

Seguí llorando de manera calmada, tomándome la mejilla.
Lo siento... Momo-chan... Lo siento...
Fue lo único que pude decir, sentándome en la camilla. Algo seria pero trizte.

Asentí.
- Quizás Ryuubakugan-san lo haya dicho de manera ruda, Tokido-san... Pero tiene toda la razón... - digo suspirando y sentándome junto a ella -. Además, cosechas lo que siembras... Si a todos pretendes pegarnos un tiro cuando no estamos de acuerdo con nuestras decisiones, te trataremos de igual forma.
Dije esto algo seria, ya que me molestaba que se comportara así; pero luego le dediqué una sonrisa.
- Saigusa-san estará bien. Si no regresa dentro de poco, prometo acompañarte a buscarla... Aunque tenga que dejar mi vida en ello - dije con orgullo, llevándome una mano al pecho.

Abrazé a Momo y le dije:
Gracias Momo-chan... Prometo cambiar esa actitud...
Le decía, secándo mis lágrimas y sonriéndole.

Sonreí limpiándole el rostro con un pañuelo.
- Ya verás que todo se solucionará... Ahora preocúpate por tí misma. Vamos a comer algo, ¿sí? - dije parándome y extendiendo la mano en su dirección para ayudarle.

Claro... Quiero... Tarta de fresas con chocolate y tarta de chocolate...
Le decía, algo hambrienta.

Niego con la cabeza.
- No por hoy... Carnes, vegetales y frutas, si quieres. Pero los dulces sólo te agujerearán el estómago - expliqué.

[OFF: Mira quién habla xDD MOMO! XD
Esperemos a que responda Ryuubakugan. ^^]

Jalo del brazo libre del chico.
- ¡No le sigas dando malas ideas, baka! - exclamé en voz baja.

Neh... Comeré lo que ustedes me digan...
Les decía abrazándolos a los dos y sonriéndoles.

Miro a Ryuubakugan frunciendo el ceño.
- Es un chico extraño... - susurré a Yui con intención.
Acomodo su brazo por mi cuello y la llevo a cuestas para evitar que se desmaye.
- Ya que al galante caballero no le gusta ser tocado por muchachas, deberé llevarte yo, damisela en peligro - bromeé a Yui pero en tono serio, y empecé a andar hacia la cafetería.

Le beso la mejilla.
Jum... Tan bonita y kawaii como siempre Momo-chan...
Sonriéndole.