Estaba mareada, por tanto movimiento. Cuando abrí los ojos, estaba en una pequeña sala con un doctor y dos enfermeros. Estaban tomándome el pulso. Se miraron unos a otros luego, y entonces el doctor me hizo reavivación. Después de un rato, sentí que mi corazón se había estabilizado. Me hicieron esperar por uno o dos minutos y luego me pusieron de pie y me llevaron a la salida. Dijeron que no era nada grave... sólo un susto, pero que tuviera cuidado. Me despidieron y me fui hasta la sala de espera.