.~Estudiando~.

Desde aquí~.

Llegué desde el salón a la biblioteca. Estaba vacía ya que las clases comenzarían en cualquier momento. Busqué la mesa más alejada de todo y me senté en ella. Era un buen lugar ya que estaba ubicada junto a la ventana. Abrí mi cuaderno y miré por la ventana.
- Qué lindo día que hace hoy~. Sería lindo dar un paseo por la ciudad - murmuré para mí misma.
Después, me volví a concentrar en los ejercicios de matemáticas.

Al terminar con la página de ejercicios que me había encargado el sensei, cerré mi cuaderno y me puse de pie. Dejé todas mis cosas allí y me fui a buscar un libro en las estanterías del fondo. Tomé una de las escaleras que habían allí y me subí a ella para buscar un libro que estaba hasta arriba de todo. Era un volumen grande, gordo y viejo; así que procuré tener cuidado con él.

Siento que algo me hace cosquillas en la nariz y cierro los ojos, moviéndome hacia atrás para evitarlo. Consecuentemente caigo de las escaleras y el libro me da en la cabeza. Me quedé un rato allí en el suelo, mareada. Luego, me doy la vuelta, quedando boca abajo, intentando alcanzar el volumen con una mano mientras con otra me sobaba la cabeza, donde me había golpeado.

- ¿Fueee~? - dije como única respuesta. Aún estaba mareada y no podía reconocer a quien me había ayudado.
Intenté ponerme de pie, tambaleándome en un principio.
- Arigatou gozaimasu por ayudarme~ - agradecí, haciendo una reverencia, la que causó que perdiera el equilibrio otra vez, cayendo hacia delante y de cara al suelo.

Tenía una mano en la cabeza, para sostenerla por si volvía a marearme. La otra mano, la puse en el hombro de Ryuubakugan y lo aparté.
- Oii, puedo cuidarme sola, señor 45 - declaré, distinguiendo ahora quién era la persona con la que me encontraba.
Deposité todo el peso de mi cuerpo en el respaldo de la silla y largué un suspiro.

- Ya, déjalo. Está bien~. No soy rencorosa - digo sonriendo y luego dejo caer mi cabeza hacia un lado, cerrando los ojos, pues todo lo que veía daba vueltas.

Suspiro y apoyo la cabeza sobre él, mientras me frotaba la frente con una mano.
- Arigatou... - murmuré.

- De acuerdo... - dije asintiendo levemente.
Luego me aparté y me acomodé un poco el cabello.
- Hmm... Ya me siento mejor - dije sonriendo apenas, rascándome la oreja. Entonces, me sorprendí un poco y después empecé a buscar algo por el suelo con la mirada.

Me sobé la nuca, mirándole con una expresión tímida.
- N-No, no es nada... Sólo un pendiente... - dije mientras le señalaba mi oreja.
Me bajo de la silla, poniéndome a buscar por el suelo. En cuatro patas era más fácil, ya que podía verlo a trasluz.

Continúo buscando y, al estar tan concentrada en ello, no me doy cuenta de que choco mi cabeza contra un estante.
- Itta-tta-tta~. x_x - digo sobándome la cabeza.
Miro hacia el suelo y veo algo brillante. Lo tomo en manos y sonrío.
- Alaah~. Ya he encontrado el pendiente... Ahora sólo me falta la partecilla de atrás... Lástima que esa es más pequeña - dije y también me fui a buscar donde había caído.

Lo tomo en manos para comprobarlo.
- ¡Ah! Hai, sí es este - digo sonriendo felizmente.
Me pongo de pie y me pongo el arete, ajustándolo bien.
- ¡Perfecto! Esta vez no escapará..., ¿ne? ^-^~ - dije resueltamente, poniendo una mano a cada lado de mi cintura.

Me siento en el lugar donde había dejado mis cuadernos.
- ¿Bailar vals~? - pregunté algo perdida en el cambio de conversación.
Continué con un ejercicio, mordiendo la colilla del lápiz.
- Bueno..., supongo que sé bailarlo decentemente. Ya sabes, se acostumbra a bailarlo en cualquier tipo de fiesta comunmente... - dije, para luego quitarme el lápiz de la boca.
Me puse de pie y me rasqué la mejilla.
- ¿Dónde ha quedado el libro de hace un momento...? - me pregunté a mí misma en voz baja.

-extendiendole el libro que ella buscaba- en ese caso...le gustaria asistir a una fiesta formal...en una mansion este fin de semana? -le pregunte mientras la miraba- claro...solo si es que quiere...

Tomando el libro, le dedico mi agradecimiento con una sonrisa. Me sonrojo un poco al escuchar de la invitación.
- Oh, b-bueno... Es que, ¿una fiesta formal...? Yo no tengo la suficiente clase como para asistir a una - dije sentándome en el asiento con pesadez.
Me quedé abrazada al gordo libro, con la mirada perdida en la mesa.
- Ya sabes... Es que soy glotona, y torpe, y no tengo modales, ni tampoco la elegancia como para ir a una fiesta de ese tipo... - suspiré, dejando el libro sobre la mesa y me puse de pie otra vez.
Caminé hasta una ventana y miré con una sonrisa hacia fuera.
- Algún día me gustaría asistir a una... Son tan elegantes, y clásicas, y románticas... O bueno, eso es lo que yo imagino, hehehe... - digo riendo con vergüenza, ya que sólo tenía en mente las imágenes de fiestas que se me ocurrían cuando leía historias, más que nada cuentos de hadas.