En el bosque

Le aparto de un empujón.
- ¡No quiero! Lo haré yo sola >w< - dije arrodillándome junto a la carpa y volviendo a comenzar.

Volteo evitando verle.
- ¡Hmph! Calla. Te demostraré de lo que soy capaz... ¡Yo también puedo valerme por mí misma! - digo enfadada e intentando armar la carpa una vez más.
Esta vez, logré que se mantuviera de pie por lo menos 10 segundos. xD
- Oh, diablos... QwQ En fin, es un avance -o- - me digo y vuelvo a empezar.

La maldita carpa vuelve a caerse... ¬¬
- ¡Mooo~! Ya no puedo con esto -o- - me quejo y me tiro sobre la carpa -. Sensei... - balbuceo, volteando -. Ayúdeme~, onegai. QwQ - le pido mirándole con ojos de cachorrito inútil. xD

Miro cabizbaja con un aura depresiva. No quería tener que pedirle ayuda a nadie.
- Hai, hai... Arigatou gozaimasu... - murmuré.
Me puse de pie y busqué una cantimplora en mi mochila. Bebí un sorbo pero el agua ya estaba caliente.
- ¿Are? .-. Parece que ya tendré que ir a buscar agua... - digo rascándome la mejilla. Pero si incluso le había puesto cubitos de hielo... ._.

Le miré algo intrigada.
- ¿Usted tiene visión nocturna, sensei? - le pregunté con curiosidad, pero no me extrañaría que así fuera.
Me encogí de hombros y fui hasta el lago. Llené la cantimplora y la cerré. La dejé a un lado y me miré los brazos. Me había lastimado un poco con todas las ramas y piedras del bosque, así que tomé agua del lago y me fregué las heridas. Después, me lavé la cara. Una vez que terminé, agarré la cantimplora y volví al claro. Me arrodillé junto a la bolsa de dormir del sensei y le ofrecí el agua.
- ¿Quiere un poco~?

- Soooka~. Ya veo... - digo mirando a los alrededores. Me puse a pensar... ¿qué tanto me cubriría un pedazo de tela a modo de puerta? Me quedé en silencio y no reproché porque probablemente ocultaría mi olor o algo que los demonios detectan mejor que los humanos. Suspiro.
Luego voy hasta mi mochila y tomo un paquete de salchichas. Había traído también unos palillos largos como los de brochette.
- ¿Quieres comer unas salchichas~? - le pregunte, mientras ponía una en un palillo y la asaba cerca de la fogata.

no gracias... ya comi
responde mirandola desde la bolsa cuando de repente, un búho comia a ulular con fuerza mientras los demas bhúos cercanos lo imitaban

- Está bien... - dije aún asando la salchicha.
Una vez estuvo cocida, me la comí. Calcé otra salchicha y también la puse a cocinar. Después, al escuchar el ulular, volteé a ver a los animales.
- ¿Are? ¿Es ese un comportamiento normal? ._. - pregunté confundida, pues no sabía tanto de zoología.

Me encogí de hombros ante su actitud tan brusca. Después de todo, era de esperarse. Cerré la puerta de la carpa y me senté acurrucada, mientras me acariciaba la barriga. Cielos, me había quedado con hambre~. Exhalé aire pesadamente y me acosté en el suelo de la carpa. Todo lo que me quedaba era esperar.

se levanta de repente mientras espera con cautela... miles de ojos observaban entre las sombras mientras una obscura figura se acercaba hacia el, volviendose visible a medida que se acercaba a la luz de la fogata.
al llegar un metro antes de la barrera, la luz permitia verla con claridad.
una joven hermosa de cabellos rojos, grandes senos sin nada que los tape, y un pantalon negro bastante corto y provocador, con alas de plumas rojas como la sangre saliendo de su espalda.
Shinn se lleva la mano a la frente con un gran PAF!
entre todos los demonios que podrian mandar a buscarme lucy... porque elegiste a Samael!!!!!!
grita enfadado al aire mientras los cuervos vuelan despavoridos
Samael se abraza a si misma apretando sus pechos mientras se mueve de forma melosa.
kuro-chan~ - dice con voz melosa - ven a jugar conmigo, no podre aguantarme otros mil años mas
mirandola seriamente, algo avergonzado por su comentario
dile a lucy que en estos momentos tengo algo mas importante que proteger aqui, esa estupida batalla puede llevarse a cabo sin mi. Ahora vete Samael.
la joven demonio suelta sus pechos mientras estos rebotan con un ligero "boing" mientras pone sus brazos en su cintura.
es por esa humana que tienes en la carpa? te la vas a tirar? tienes a una chica sexy que te busca hace miles de años ven hazme esas travesuras que solias hacerme
le dice tirandole un beso
ya dejate de tonterias, no tengo nada con la humana y lo nuestro termino hace miles de años, lo unico importante para mi ahora... es mi hija
dice mirandola con desden mientras sus cabellos cambian de plata a rojo vivo.
luego de ese comentario, el enojo se hace evidente en el rostro de Samael
OTRA VEZ CON ESA MALDITA NIÑA??? NI SIQUIERA ES UNA DE NOSOTROS, SU SANGRE ESTA INFECTADA CON LA INMUNDICIE HUM...
en tan solo una milesima de segundo, Samael se encontraba en el piso, con Shinn sobre ella manteniendola agarrada del cuello y apretando, con su primera forma ya liberada.
vuelve a desir algo asi de Tamae y hare algo peor que matarte.
Samael sonrie mientras musita con dificultad
que vas a hacer??? a?? vas a ponerme en alguna celda de castigo?
una sonrisa aparece en el rostro de shinn mientras se acerca a su oido
voy a enviarte... al MU
de repente samael comienza a moverse desesperadamente mientras comienza a gritar.
SUELTAME!! SUELTAME!!! LO SIENTO DE VERAS LO SIENTO AHORA DEJAME IR!!!
alzando una mano mientras sus garras comienzan a brillar con un aura negra, shin sonrie levemente mientras lanza un zarpaso en direccion a su cara y el grito de Samael se escucha por todo el bosque
KYYYYYYYYYYYYYYYYAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Escuché las voces y luego los gritos, al principio algo alterada... pues si bien era algo que esperaba, ciertamente causaban una molestia. Estiré los brazos dentro de la carpa. Podía imaginarme qué tipo de situación se desarrollaba allí fuera.
"Si bien los humanos y los demonios no tienen nada que ver unos con otros, la manera de actuar y sentir de sus corazones son bastante similares. Los celos, la envidia, la lujuria, el orgullo... Todas eran emociones que podían compartir... aunque claro, en distintos niveles.", pensé suspirando.
Oí que continuaban discutiendo, en cuanto el sensei mencionó a su hija, presté más atención. ¿Ella era medio-humana, verdad? Me acerqué a la puerta de la carpa y apoyé la oreja allí para prestar más atención.
No mucho después, empezaron a pelear -pareciera- por el insulto del tal demonio Samael a la hija del sensei.
Prometí estarme quieta y quedarme dentro de la carpa, así que me recosté y eso hice. Después de todo, no tenía porqué meter las narices en aquel asunto.

Oí que la conversación terminaba y una luz iluminó la carpa, atravesando la fina tela. Me incorporé lo más que pude y me acerqué a la puerta de la carpa.
- ¿Sensei? ¿Ha acabado ya? - pregunté con curiosidad.

Abro la puerta y salgo de la carpa. Buscando en silencio mi mochila, metiéndola dentro de la carpa. Tomé nuevamente el paquete de salchichas, sentándome junto al fuego para continuar mi comida.
Miro de reojo al sensei, pero me mantuve en silencio durante unos momentos.
- ...Etto..., b-bueno... creo que no es necesario que te diga que he escuchado tu conversación, ¿cierto? ... Demo, esté seguro de que no diré nada a nadie.

Le miro algo intrigada.
- Hmm... etto... - murmuro y me lo pienso un poco -. Conque "abajo" y "batallas", ¿ne?... ¿Es que acaso te refieres al infierno? - pregunté aún curiosa.
Mientras miraba las brasas que cocinaban la salchicha, recreaba con la mente las diferentes interpretaciones del infierno que dieron varios escritores, poetas e incluso las sectas religiosas. ¿Qué tipo de infierno se aproximaría más al verdadero?

Le escuché con atención, ladeando la cabeza.
- Demo... tú eres muy fuerte, ¿no es así? Saldrá todo bien~ - dije y desvié la atención hacia la fogata -. El único problema que queda es buscar alguien que pueda cuidar de tu hija, ¿verdad~? Yo puedo encargarme de eso~ - le dije con una sonrisa y guiñándole un ojo.