Caminando por los pasillos.

Lo mire de repente, y me comenze a enfurecer, pero me calme, porque sabia que si no me regañarian. Le conteste;

J-Jade... grrr... Devuelvemelas... son un regalo muy preciado de mi padre.

Le digo tranquila. Luego le contesto a Momo-chan:

No te preocupes, si que formaras parte del comite... tu no has hecho nada...

Guardé las armas dentro de mi chaqueta y le sonreí falsamente.

Si son tan preciadas, no deberías cargar con ellas todo el día... Sino guardarlas en alguna vitrina.

Me adelanté un par de pasos y miré a las otras dos muchachas.

Ustedes tres deberían entrar ya al salón. Las clases comenzarán en cualquier momento.

Seguí caminando por el pasillo hasta las escaleras. Debía dejar las armas en la dirección y luego ir a impartir clases.

Suspiré deprimidamente y me acerqué a donde anteriormente estaba Yui sentada, recogiendo mis libros. Me puse de pie, sonrojada por la vergüenza y entré al salón, haciendo caso del profesor.

No entendía nada, solo veía que el que estaba dirijiendo era el profesor Jade hasta Momo le hizo caso y entro al salón. Yo no tenia ganas de entrar para nada al salon pero ya era la hora de la escuela asi que la segui a Momo.- Espera Momo!~.- Grite para que me escuchara.

Me encontre sola en el techo de la escuela, como vi que ya me aburria, decidi volver para buscar mi almuerzo, ya que pronto sonaria la campana del almuerzo.
No es justo, ese maldito me quito mis armas... otto-san se molestara conmigo...T^T