Perdido (Libre)

Era mi primer día en aquel colegio y no sabía a dónde debía de ir. Subí escaleras, traspuse puertas, bajé escaleras y sin darme cuenta llegué a la azotea. Lancé un suspiro cuando me di cuenta de mi error y pensé que quizá sí debí de haber aceptado el pequeño mapa que me habían ofrecido el día de mi inscripción.

— Bueno, supongo que no hará mal si me quedo aquí un momento a descansar. —dije y me senté en el suelo a un costado de la puerta.

apareciendo de la nada tras el, se hace presente el medico de la escuela llevando su largo sobretodo negro.
Debes ser el nuevo alumno
dice en un tono macabro mientras solo sus ojos rojos eran visibles a tarves de sus negros cabellos

- Sí, soy nuevo -asentí girándome para mirar al tipo extraño que me hablaba detrás-. Soy Isaak, ¿quién eres tú? -pregunté extendiendo mi mano hacia él.

kurogane shinnosuke, encargado de la enfermeria,y... por el momento, del resto de la escuela, ya que el director se fue por razones personales
responde estrechando su mano mientras el viento ondulaba su macabra vestimenta junto con sus cabellos mientras emitia una deforme sonrisa

- Vaya, nunca pensé que conocería al encargado en mi primer día en este lugaar, es una grata sorpresa. -sonreí y miré al rededor.
- Entonces, creo que eres la persona indicada para recomendarme algún lugar para divertirme, ¿cierto?

esto es una escuela ¬¬, aqui se viene a aprender
con una gran gota en la cabesa U¬¬

- ¡Ah! Mira -dije rodando los ojos-. En ese caso... ¿qué voy a aprender en este lugar? -pregunté con una sonrisa demasiado grande para ser real.

eso depende de las materias que tengas, y de lo que quieras aprender
sus ojos brillaban con un resplandor carmesi ante su ultima frase
sabes? te vas a encontrar con muchas sorpresas en esta escuela
dice mientras le da la espalda lentamente

- A mi me gustaría aprender todo lo que tú tengas para enseñarme. -dije mirándo su cuerpo de pies a cabeza. Lujuria y nada más era lo que había en mi mirada.

dudo que un humano pueda aprender algo de mi
aun dandole la espalda mientras nubes negras aparecian en el cielo

- Quizá sea porque no te esfuerzas lo suficiente en enseñar.

se vuelve humo desapareciendo de su vista y apareciendo detras del joven nuevamente, mientras una petrida mano se asoma por su hombro lentaente a medida que todo el cielo se obscurecia
acaso tienes idea......
sus ojos brillaban con un gran resplandor rojo sangre
... de que es lo que soy?

- Me gustaría descubrirlo. -dije pegándome a su cuerpo.

no te confundas
interponiendo su mano y mandandolo a volar contra la pared antes de tocarlo mientras susurraba en voz baja
humanos

- Vaya, así que no puedes enseñarme nada -dije limpiándome el polvo de la ropa-. Que aburrido. -musité y me fui del lugar, a buscar a alguien más divertido.