[...Escondida...]

No tanto, es que soy bueno en quimica, cocinar es exactamente lo mismo, talvez por eso me sea facil...
Dije algo apenado por su halago.
Aunque nunca pense que estos pasteles les gustaran a alguien mas que a mi...
Mientras decia esto acababa el ultimo bocado de pastel.

También acabé con mi pastel y me lamí un poco de lo que quedaba en mis dedos.
- Hehe, quizás tengas razón... Es cierto que la química y la cocina tienen bastante relación - coincidí, aunque nunca se me hubiera cruzado esa idea por la cabeza -. Ne, ne~. Algún día me enseñas... Yo no puedo cocinar usando un libro sin causar accidentes en la cocina - dije riéndome de mi torpeza.

Jajaja, claro que te enseñare, talvez podria invitarte a mi departamento un dia de estos, despues de todo seremos compañeros, ¿no?...
Pregunte mas relajado mientras me sentaba en el suelo contra un librero.
Ah, que tranquilidad hay aqui...
Exprese con una media sonrisa.

- ¡Claro! Me encantaría... - digo asintiendo gustosa.
Me acerco y me siento contra una biblioteca frente a él.
- Te lo he dicho... Aquí no entra casi nadie a estas horas. Ni siquiera los profesores - digo cerrando los ojos y tapándome la cara, dejando así salir un bostezo.

Wao, entonces creo que este lugar sera como mi nuevo hogar...
Dije acomodandome en mi lugar y mirando hacia la ventana.
Aunque, aqui no puedo ver las nubes... talvez revise primero el techo de la escuela...
Dije recostandome un poco mientras cerraba los ojos unos instantes.

Asentí. Es verdad que nada se comparaba con la vista del tejado, pero... comparado a mi otra escuela, el tejado de esta siempre estaba ocupado por alguien... generalmente parejitas.
Suspiré y miré a Hibari. ¿Estaría muy cansado? Bueno, después de todo, había llegado a la ciudad el día anterior. No dije nada para no molestarle. En su lugar, tomé un libro de detrás mía. Trataba de civilizaciones antiguas, como Egipto. Era un tema interesante, así que me puse a leer.

Ummm... este lugar... realmente me recuerda a mi antigua escuela...
Dije aun con los ojos cerrados y con una expresion de serenidad.
Es como si me hubiesen enviado aqui aproposito para que no olvidara mi viejo colegio...
Dije sonriendo un instante y recordando aquella persona tan horrible que yo solia ser.
Bien, aunque aqui es mejor... no tengo razones para pelear con los demas...
Dije en un tono melancolico mientras los pensamientos de tantas peleas del pasado venian a mi.

Levanté la vista de la lectura, escuchando con atención las palabras de Hibari.
- ¿Y eso para tí es bueno o malo, Hibari-san? No todas las peleas son malas... yo creo que ayudan a la gente a crecer - culminé, retomando la lectura.

A veces lo son eso es verdad...
Dije tranquilamente.
Pero, no son buenas cuando tu no quieres lucharlas y algo dentro de ti te obliga a hacerlo, es como un instinto asesino que odio...
Le dije abriendo los ojos y mirando el techo.

Sonreí.
- Pues... No es como si tuviera mucho de anti-natural... Después de todo, los humanos también somos animales y, aunque nos diferenciamos de ellos por tener más facultades, eso no quita que tengamos instintos - cerré el libro y apoyé los codos sobre él, descansando la cabeza sobre mis manos -. En especial los hombres... Ya sabes, los "machos" marcan "su territorio" - bromeé riendo suavemente.

Es verdad, por eso detesto a las personas... se lastiman las unas a las otras por motivos inexplicables...
Dije reacomodandome una vez mas.
Y mas detesto a aquellos hombres que toman posecion de las cosas como si de verdad fueran trofeos...
Dije ahora en un tono menos serio y mas siguiendo la broma.

Sonreí. Tal vez esas palabras no tengan mucho significado para mí, pero aún así comprendía.
- Hehehe~, es verdad... Es muy detestable.
Miré por la ventana distraídamente y luego tomé un par de caramelos de mi bolsillo, ofreciéndole uno a Hibari.
- ¿Quieres uno? - pregunté mientras mordía el envoltorio del otro.

Claro que si...
Dije tomando el caramelo y poniendolo en mi boca con envoltorio y todo.
Mira esto Tsukimori-san, un amigo me enseño a hacerlo en mi antigua escuela...
Tras decir esto saque el envoltorio vacio de mi boca sin averlo tocado con mis manos.

Río alegremente y le aplaudo.
- Hehe, genial~. Yo me paso el día comiendo dulces y nunca hago nada original... - digo quitándole el envoltorio al caramelo, y lo como rápidamente.
Entonces, tomo una bolsa llena de chicles de todos tipos y colores, y les quito los envoltorios a 10, más o menos. Me los pongo todos juntos en la boca y los mastico con dificultad (lo que a la vez era gracioso, porque tenía la boca tan llena que mi cara parecía un globo xD). Después de un momento, empiezo a inflar un globo enorme de chicle.

Jajaja, ¿eso no es algo original?...
Pregunte aun mascando el caramelo antes de tragarlo.
A veces uno hace cosas originales o interesantes y no se da cuenta Tsukimori-san...
Dije mirandola algo sonriente porque me hacia gracia como se habia puesto su rostro.

Intenté desinflar el globo antes de que explotara, pero reventó allí no más y quedé bañada en chicle.
- Hehe, es que nunca puedo desinflarlo, como ves... A Ryuutaro le causaba gracia, por eso continuo haciéndolo... Demo, no es muy original que digamos.
Miré mi ropa llena de chicle de colores y también mi cabello.
- Awww~... Y eso que me bañé esta mañana... Tendré que volver a hacerlo, hehe~.

Mire la escena desde el lugar donde acababa de despertar y no pude sentirme curioso y me acerque.
-Yo puedo abrir el emboltorio de un caramelo si tocarlo con ninguna parte de mi cuerpo.
Dije desde mi lugar.
Pero en ese momento vi como la chica kedaba cubierta de chicle, y no pude evitar soltar una carcajada.

Me volteé avergonzada, sin saber que había alguien más allí. Era el senpai.
- ¡K-Kensei-senpai~! No se burle así de mí QwQ - pedí, sonrojada de vergüenza.

Spoiler:

Habiendo escuchado eso me quede pensativo un segundo hasta ver que estaba cubierta de chicle y empece a reir a carcajadas cuando escuche otra voz, al voltear habia un desconocido para mi alli.
"¿Quien sera el?"...
Pense hasta escuchar su nombre de parte de Momoe y tambien que lo llamaba Senpai.
¿Muguruma-Senpai?...
Pregunte poniendome de pie y acercandome a esa figura extendiendole mi mano.
Hola Muguruma-Senpai, mi nombre es Hibari Kyouya...
Esperando su apreton de manos.

Respondi su salido, kisas con un poco de mas de fuerza de la necesaria.
-Un gusto en conocerte, Hibari-kun, ¿ke estaban haciendo?

Me puse de pie y los miré con ojos llorosos.
Ya, se ríen a carcajadas de mí y con eso se hacen amigos... ¡Qué malvados!, pensé y me crucé de brazos.
- Nada que le interese a Kenny-chan - dije en voz alta y fuerte, con falso enfado.

Sintiendo la fuerza que impuso en aquel apreton le hizo pensar que el no le agradaba aunque fue solo una sensacion momentanea que luego desaparecio.
No seas asi Tsukimori-san... solo conversabamos un poco...
Dije sonriente hacia aquel Senpai mientras regañaba falsamente a la chica.

-No hay problema, Momoe-chan se pone asi a veces conmigo.
Dije mientras la miraba y sonrei burlonamente.

Torcí la mueca para peor.
Takku..., los hombres siempre actúan así.
Suspiré y me apoyé sobre la ventana, mirando distraídamente hacia afuera. Ya comenzaría... Debería apresurarme e ir a casa. Quizás sea más rápido tomar un taxi.

Mire fijamente a Tsukimori, parecia precupada por la tormenta asi que me acerque a ella.
¿Quieres marcharte ya Tsukimori-san?...
Le pregunte mirando tambien por la ventana.