En un laberinto

Caminando por las afueras de la ciudad encontró una increíble mansión, de esas se que ven en las películas solamente a disposición de las personas con mas dinero en su bolsillo que un banco y todo su capital. Cerro los ojos y se concentro en la mansión, y al abrir sus penetrantes ojos azules, tan brillantes y profundos como un zafiro aun en la oscuridad de la noche con únicamente la luna como fuente de luz, pudo persibir como el sistema de seguridad era desconectado y las cámaras ocultas eran apagadas.
Con completa satisfacción comenzó a recorrer el camino hasta la puerta, pero no llego a ella cuando diviso una extensa pared de cosas que llamo su atención. Fue directamente al patio lujoso del lugar. Con solo verlo podría decir que solo su mantenimiento valía mas que el pago a todo el personal del hospital de la ciudad.
Hmm. Malditos bastardos con dinero. Pensó con sorna entrando en una especia de umbral que había en la pared de rosas.
Un Hermoso laberinto de rosas. Eso es lo que era. Gruesos lados salpicados elegantemente con rosas de diferentes colores; pimpollos blancos que empezaban a abrirse, rojas tan espesas y oscuras como la misma sangre, asomaban cada tanto unas color lavanda pálido.
Puaj...Este no es mi lugar... Llevo una mano hasta las gruesas espinas, y apoyo la palma con fuerza en estas mientras andaba pausadamente sobre el lustroso mármol negro del camino al azar que había elegido.
Tomo un latido de corazón que sus azules ojos cambiaran a unos verdes esmeralda, rasgados como los de un peligroso, pero domado felino.
Su andar continuo, haciendo resonar su taco en el suelo, y dejando un camino carmesí sobre las rosas, que goteaban diáfanas lágrimas de sangre al mármol negro.

Observaba entretenida como la sangre corria de las múltiples heridas de sus manos hasta el rosal y de ahí como corrían hasta llegar al frió marmol. Goteando. Goteando. Le impresiono como la sangre fluia copiosante de su palma ¿Habría cortado alguna vena en particular que, herida, perdia sangre cual reloj perdia los segundos? Por mas que esa perdida a ella le dañara y a su otro yo la llenaba de placer, podia sentir esa corriente electrica que corria desde su mano hasta su columna con un sabor a dulce dolor.
Ja. Ahora parecía que era masoquista después de...
Giro rápidamente el rostro para poder enfocar una visión de su espalda, haciendo sonar levemente el cascabel que pendía de un cordón de cuero en su cuello.
Perfecto, lo que necesitaba, un humano con ganas de pasear en medio de la noch... No habia nada ni nadie, solo su sangre en las rosas y en forma de huellas en su camino.
Ok, o se estaba volviendo loca o algo la estaba observando. Se llevó la mano herida a la boca y comenzó a lamerla para hacer que la sangre se conservara dentro de su cuerpo, no necesitaría distracciones para lo que sea que estuviera pensando hacerle compañía a ella.
-Dime, gatito, ¿Que puedo hacer por ti?-Se sentia rara hablándole a alguien que no podia ver pero que estaba segura que podia escucharlo, ya que alguien o algo estaba ahi. No queria creer que le estaba hablando al aire, eso la haría sentir verdaderamente loca.

Oh... Mira, el gatito planea atacarte,Patética, ¿Que planeas hacer sin mi ahora?
La carcajada deforme por la demencia que ocasionaba cuando un humano tenia el odio y la sed de un demonio pura sangre estallo en su mente. Eso era perfecto. El completísimo extraño que salia de las sombra saco de una lasciva serpiente una espada con, seguramente, muchas ganas de bañarse con su sangre. Y la frutilla de la torta; ella como la parte demoniaca del cuerpo era jodidamente una inútil que tenia su furia enterrada en la mente de su gemela humana, y la humanidad de su parte.
No paro de lamerse la mano como un gato ni despego la vista del ser que estaba frente a ella desafiándola cuando la carcajada fue disminuyendo su tono y volvió a convertirse en palabras coherentes.
Mira, mi maltrecha mitad, te ayudare un poco, a ver si esto te pone el forma....
Sin ni siquiera parpadear, su ojo izquierdo fue cambiando rapidamente de forma y color; volviendo a ser tan oscuro como el océano por la noche y brillante como la luna que los bañaba en esos momentos.
-No intentes arañarnos, gatito. Estamos seguras que no es algo que quieras hacer...- Una mezcla de dos voces totalmente diferentes salio de sus labios rojos como las rosas que los rodeaban. Eran coordinadas, pero no eran armoniosas, haciendo que el choque de las dos parecía como uñas en un pizarrón, fatales para escucharlas.

La miraba fijamente y sin mostrar ni una sola exprecion en su rostro aun cuando ella emitio ese sonido que seria fatal para cualquiera, pero para mi no era nada mas que un simple murmullo palabras que eran llevadas con el viento que soplaba en el lugar, mientras nuestro entorno se oscurecia mas viendoce solamente uno intensos ojos rojos que penetraban en los ojos de ella como si estubieba en alguna forma leyendo su mente.
apretaba fuerte la empuñadura de la espada mientras posaba esta sobre mi hombro derecho.
-un ser que debe ser controlado por su yo interno...?, tu lado pasivo influye mas que tu lado sangriento..... Eh conocido a muchos seres como tu a lo largo de mi vida. Pero en ti siento un gran poder...
*que rayos haces!? detente ya!. No quiero luchar! basta!!*
-al igual que tu.....debo lugar con un lado pacifico y entiendo...es muy molesto...tener tantas ganas de derramar sangre.... y no poder hacerlo siempre.
Comienzo a caminar hacia ella con toda tranquilidad hasta pararme frente a ella. E en el lugar no se puede ver absolutamente nada la oscuridad que rodeaba el lugar es tan espesa que se podia cortar con un cuchillo solo se podia ver el brillo de que emitia los ojos de aquellos jovenes.
- vivir o morir?, una lucha constante en nuestra exictencia que todos tienen tanto humanos...como demonios..... si la vida es cruel.....¿la muerte sera igual?

A medida que la noche se los tragaba y su alrededor se volvía tan oscuro como la boca de un lobo, Tamae se quedo quieta en su lugar, mirándolo con sus ojos dispares levemente estrechados. Eso había sido cosa suya, ya que no solo las cosas a su alrededor se borraban como si fueran tiza en un pizarrón, si no que sus brillantes ojos carmines seguían perfectamente definidos en toda la negrura. Bien, que se meta con su visión, no era lo único que tenia para jugar con el gatito.
-No intentes bloquear mis ojos y confundirme con tus palabras, gatito, o harás que tu muerte no sea cruel, sino un alivio de lo ultimo que te haré sentir...-
La chirriante voz volvió a sonar desde sus labios, con una aparente calma, cosa que se desmintió cuando la poca brisa que corría entre ellos paraba abruptamente, y el cálido aroma de las rosas bañadas en su sangre fue reemplazado súbitamente por el empalagoso dulzor sucio de la descomposición. Al principio era de fruta putrefacta, hasta el punto de llegar a carne podrida, la clase que te da a pensar en cuerpos humanos llena de insectos, gusanos y ratas anidándose en los numerosos cuerpos hinchados.
-Entonces tengo que suponer que eres un mestizo. ¡Por favor...! No te compares con nosotras...- Aunque sus palabras eran educadas, en alguna forma, el tono que esa desgarrada voz las menciono estaba completamente empapada de sorna

Cuando vio que la persona frente a ella ya no era un riesgo, sus ojos volvieron a ser ambos verdes y dejo que la tomara y reubicara, para que como buena niña quedarse quieta en el mismo lugar en el que la dejaron.
Como una muñeca que fue colocada en un rincon solo para observar y vigilar las cosas que pasaban en el salon a su alrededor, no perdio detalle de todo lo que pasaba en aquel patio, entre las rosas y el olor a si misma que recorria los pasillos con marcas de sus pasos.
Una serpiente volvio a salir de entre las entrañas de la tierra, para que de si misma saliera otra espada de hoja carmin, contrastando y a la vez armoniosa con su mango lapislazuli y negro.
El combate fue rapido desde ahi; el joven de un solo salto llego hasta la cabeza y enterro alli la espada, condenandolo a un juicio, llevandolo al cielo.
En el logar del demonio salio un as de luz con forma de mariposa que estallo en silencio y se disperso en el aire, sin nada que juntar ni nada que esconder de aquella presencia.
-No sabia que los demonios podian ir al cielo.