Me encontraba en un callejo sin salida, mi arma en alto mi fiel "artemis". Esto solo me tenia que pasar a mi y todo por salir en mitad de la noche. Un hombre me habia acorralado en ese lugar y no era uno comun. Era un vampiro, mis manos temblaban no sabia que hacer no mas me quede parada en mi sitio pero no soltaba a Artemis. Aquel hombre me mostraba sus filosos colmillos mientras se los relamia con gusto, el recuerdo que tenia sobre mi pasado volvio hacia mi. Mis ojos se habian desorvitado del miedo.
"Vaya, vaya mira con lo que me he topado una suculenta presa"dijo el vampiro con malicia.
"No te atrevas a avanzar"le adverti aun con mi arma en alto pero temblando de pie a cabeza.