Hospitalizado

Llegué corriendo al hospital junto a un ramo enorme de flores de todos colores. Pregunté cuál era la habitación y fui hasta allí. Abrí la puerta despacio y hablé antes de entrar.
- Akiba-san... He venido a visitarte... Demo, ¿prefieres que me vaya? - pregunté en un susurro desde mi posición, viendo el pésimo estado en que él se encontraba.

Sonrío y entro, cerrando lentamente la puerta tras de mí. Me acerco a él y pongo las flores en un florero cercano.
- Esas son para tí - digo sonriendo al dejarlas.
Me acerco a la camilla y me siento junto a él.
- Estaba en el hospital por un chequeo y cuando salí vi que traían a alguien en ambulancia... Cerca de allí vi mariposas negras, así que temí lo peor. Cuando me acerqué comprobé que eras tú... Así que fui a comprar el ramo de flores mientras esperaba que te atendieran y luego vine - expliqué para ponerle al tanto de la situación.

Me encogí de hombros.
- Yo también te habría regañado en su lugar... Es más, no te salvas de que te regañe una vez que te recuperes - bromeo.
Me estiro en el asiento, algo cansada.
- Y, pues, a mí me ha ido igual que siempre... Nada nuevo. Es sólo que estuve sufriendo picos de presión bastante seguido, pero parece que ya está normalizándose todo.

Le hago un ademán para que se despreocupe.
- Descuida... Aún no pienso morirme ^^u
Miro en dirección a la ventana.
- ¿Quieres que la abra? - le pregunto señalándome.

Niego levemente.
- Descuida, no es problema... Siempre estaré allí cuando un amigo me necesite - digo sonriendo y poniéndome de pie, yendo hasta la ventana.
La abro y entra el fresco desde fuera.
[colo=pink]- ¡Ahh~! ¡Qué bien se siente! ^w^ -[/color] dije y luego volví al asiento -. Debes recuperarte pronto así podemos salir nuevamente~ >:3

Asentí.
- Hai~. Prometo comprártelo yo. ^^ El más grande que encuentre~ - le aseguro.
Después dirijo la vista a las mariposas, recordando la promesa que había hecho Akiba.
- No debes preocuparte por eso... Puedo cuidarme sola ^^U Tú sólo preocúpate por descansar...

Le miré riendo.
- ¿Are~? ¿Le tienes miedo a una inyección? Pero si es como el pinchazo de un mosquito... - digo intentando calmarle.
Me pongo de pie y voy a salir por la puerta.
- Volveré en cuanto la enfermera acabe - digo saludándole.

Reí tras la puerta al escucharle.
- No chilla por sus heridas pero sí por una inyección... - balbuceo para mí misma.

Entro a la sala una vez más y retomo mi asiento.
- Anda, Akiba-san~~~. Debes ser hombrecito - le animé con una sonrisa.

Aparté esa idea con un movimiento de mano.
- Nai, nai... Las inyecciones no son armas... Todo lo contrario. Demo, se debe sufrir un poco para poder salvarse de algunas situaciones... u_u

Me rasqué la cabeza intrigada.
- ¿Fantasmas...? Etto... No... Sólo en una ocasión creí ver uno, demo no estoy segura ya que todo pasó demasiado rápido... - dije suspirando.

Me tapo las orejas.
- Oh, no... No me convencerás de darte algo de comer >w< - dije ya que me conocía, y si me lo pedía seguramente accedía a darle algo. ._.u