Hechandole un vistazo a la nueva ciudad...

Una figura con un rostro serio y de apariencia muy educada se acercaba caminando por una calle bastante poblada, llevaba un uniforme escolar bastante desalineado y algo negro bastante parecido a una chaqueta en su espalda volando en viento.
Vaya, este lugar es interesante... mucha gente, sera mejor que busque otro lugar...
Dije dirigiendome hacia otra calle donde encontre la escuela.
Juhm, quien lo diria, es bastante similar a mi antigua escuela, espero que aqui tambien encuentre gente con la cual entretenerme...
Dije esto paseando por enfrente de la entrada y sonriendo.

- Oye, si hablas contigo mismo en voz alta no creo que encuentres gente que quiera entretenerse contigo... Te tratarán de extraño.
Hacía poco que habían terminado las clases y, como siempre yo salía casi al último. Me había llamado la atención que alguien se hubiera acercado después de horario, así que me volví en el camino para saber si aquella persona...
- ¿Necesitabas algo o buscabas a alguien? - le pregunté amablemente -. La escuela ha cerrado ya, demo... creo que eso ya lo sabes - añado sonriendo.

Vi como una figura femenina aparecio sorprendiendome, su uniforme era el de esta escuela y era natural verla cerca, simplemente mire hacia la escuela ignorando sus primeras palabras pero luego me acerque a ella y le respondi.
No busco nada en particular, solo senti curiosidad por esta escuela, despues de todo empezare las clases aqui mañana... Mi nombre es Kyouya, Hibari Kyouya, ¿cual es tu nombre?...
Pregunte en un tono serio pero tratando de ser amable.

Hice una pequeña reverencia.
- Yoroku~. Mi nombre es Tsukimori Momoe. ¿A qué curso entrarás, Hibari-san? Yo estoy en segundo año - pregunté por curiosidad.

Me arrodille sujetando su mano y besandosela levemente en muestra de educacion como me lo habian enseñado siempre.
Es un gusto, Tsukimori-san...
Poniendome de pie le respondi.
Que casualidad, yo tambien estoy en segundo año, talvez seamos compañeros de clase...
Dije desdibujando mi rostro serio habitual y sonriendo un poco.

Me sonrojo un poco, pero asiento contenta.
- Hai~. Yo creo que seguro lo seremos... Verás, no hay mucha gente que asista a esta escuela, por lo que los cursos son reducidos. Sólo he visto un segundo año funcionando~.
Volví la vista a la escuela por unos instantes, y luego miré nuevamente al muchacho.
- No es de mucha utilidad quedarse aquí... ¿Quieres ir a tomar algo? Yo invito.

Mirando tambien hacia la escuela y sonriendo.
Es una suerte entonces, parese que si lo seremos despues de todo...
Escuchando su ofrecimiento le respondi asintiendo con la cabeza.
Por supuesto que acepto, pero no puedo dejar que tu invites... solo lleavame a algun buen lugar, es que no conozco mucho por aqui...
Tras decir esto le sonrei y me quede esperando su respuesta.

Negué levemente.
- No te preocupes. Con el trabajo de mi padre, tengo dinero hasta para tirar a la hoguera - bromeo -. Déjame pagar esta vez y la próxima lo harás tú. ¿Es un trato? - le dije sonriendo y alzando el dedo meñique para sellar la promesa infantilmente.

Sonriendo un poco deje salir una carcajada.
Jajaja, esta bien, es una promesa entonces...
Sujetando su dedo meñique con el mio cerramos esa promesa y la mire como recordando.
Bien, ¿donde vamos entonces?...
Pregunte mirando hacia los costados.

Sonrío al cerrar la promesa y entonces me paro señalando en una dirección determinada.
- Bien~. En aquella dirección está el centro comercial. Una cuadra antes de la avenida principal, por así decirle, comienzan a verse bares. Demo, todas las cafeterías están en el centro propiamente dicho, intercalándose con tiendas diversas - explico mientras comienzo a caminar, ya que el estar parados no cambiaría en nada -. De aquí estaremos a tan solo unas cuatro cuadras de esa avenida... En el barrio hay pequeños mercados para comprar reservas de comida y productos domésticos; pero debes irte al centro a comprar cosas como electrodomésticos, muebles, juguetes, ropa, etcétera - añado explicándole un poco más de la ciudad.

Ya veo, se ve que conoces mucho esta ciudad...
Dije algo sorprendido.
¿Hace mucho tiempo que vives aqui Tsukimori-san?...
Pregunte mientras la seguia unos pasos detras de ella.

Niego levemente.
- Hará sólo un mes desde que me mudé aquí, pero me encanta dar paseos... Así que por ello cada día conozco lugares nuevos o redescubro sitios viejos - comento felizmente.
Un ruido me distrae. Era el sonido del tren pasando cerca de allí. Súbitamente, lo recuerdo y me golpeo la cabeza.
- Oh... He olvidado decirte que si sigues la calle de la escuela dos cuadras hacia abajo encontrarás la estación de trenes... Hay dos direcciones: hacia el centro y hacia el barrio residencial. Gomennasai..., lo olvidé completamente y de esa forma hubiéramos llegado más rápido... Es sólo que acostumbro hacer este camino a pie - digo a modo de disculpa.

Sonriendole y poniendo mi mano en la cabeza como prueba de confianza le digo.
No importa, despues de todo es mejor hacer los viajes con las propias piernas de uno...
Dije muy calmado mientras seguia camino hacia adelante.
Eres algo extraña Tsukimori-san, la gente dice que yo lo soy por andar paseando por todas partes, en mi vieja escuala solia quedarme hasta muy tarde y recorrer los pasillos una y otra vez...
Dije recordando algo alegre.

Me sorprendo con alegría.
- ¿Hoe? ¡Yo hago lo mismo! No hay nada mejor que hacerlo. A veces, si los profesores me atrapan, finjo estar en algún club y me dejan quedarme, hehe. Además, las ventanas de nuestra escuela tienen vistas geniales. Me gusta caminar por los pasillos y observar desde ellas los diferentes ángulos desde los que se puede ver la ciudad.
Termino de explicarle, haciendo ademanes y luego río.
- A mí siempre me ha gustado más caminar tranquilamente con mis pies antes que usar transportes como autos o trenes... Es saludable para el organismo y además le haces un bien a la naturaleza. Además, no tienes el sonido constante de las máquinas molestando...

¿En verdad?, entonces talvez la proxima vez nos encontremos por los pasillos, quiero ver si las vistas son tan increibles como dices...
Dije sonriendo.
Es cierto, las maquinas no son muy buenas para la naturaleza, aunque en realidad nunca lo habia visto asi, simplemente lo hice porque despues de mucho tropesar mis piernas se han hecho fuertes y resistentes com opara caminar por dias y dias...
Dije en un tono algo melancolico.

Prometí que algún día nos quedaríamos después de clase.
- Ohh... ¿Llevabas a cabo algún entrenamiento especial? ¿Deportes, artes marciales...? - pregunté con curiosidad.

Algo sorprendido por su pregunta respondi.
Asi es... mi padrastro me entreno en artes marciales desde hace un tiempo, y aun se ven la mayoria de las heridas...
Desprendiendome el boton de la manga de mi camisa la arremangue dejando ver varias cortadas que se extendian desde mi muñeca hacia arriba, cientos de heridas cortantes y golpes por todas partes.
Perdoname por mostrarte eso... es algo grotesco para algunas personas...
Dije disimulando mi enojo.

Niego con la cabeza y ambas manos.
- Oh, descuida... A mí no me molesta. También tengo un par de heridas similares... aunque no son por la misma causa, claro. No te hubieras preocupado en mostrarme... No quisiera hacerte recodar cosas que prefieres olvidar o...bueno, lo que sea... - respondí con sinceridad. No sabía cómo interpretar bien el carácter del chico, pero esperaba poder entenderle con el tiempo.

Es una lastima sabes... tantas heridas para nada, pero eso no importa ahora... olvidalo...
Dije volviendo a sonreir y siguiendo camino.
Dime, hay por casualidad algun restaurante por aqui, se me antoja comer algo...
Mirando hacia todas partes.

Sonrío y miro hacia delante.
- Bueno, al cruzar esta calle sólo queda una cuadra hasta el centro comercial y allí podremos entrar a algún restaurante...
Tomé mi maleta y revolví su contenido. Saqué de allí una cajita de madera y luego volví a cerrar la maleta.
- Si tienes mucha hambre, aquí tengo algunos onigiri que me sobraron del almuerzo... - digo ofreciéndole la cajita.

Juhm, ¿comida casera?...
Quede mirando sorprendido la caja y la abri tomando un onigiri.
Esta delicioso... n orecuerdo cuando fue la ultima vez que comi algo hecho en casa...
Saboreando aquella deliciosa comida.

Me alegré, sonrojándome un poco.
- ¿Ehh~? ¿De verdad te gustan? Yo hacía tiempo de que no preparaba onigiri... Aunque mamá me ayudó un poco cocinando el arroz - digo felizmente -. Ella es muy buena cocinera, así que siempre que tenemos algo de tiempo libre, cocinamos juntas - comento a Hibari.

Wao, que interesante... sinceramente nunca como comida casera, me falta mucho para aprender a hervir un huevo siquiera, y como mis padrastros nunca estan en casa nadie cocina por lo que siempre termino comprando lo que como...
Dije acabando de comer y rascandome un poco la nuca.
Aunque tampoco me puedo quejar de la comida que como, despues de todo vivo a carne asada todos los dias...
Dije sonriendo y viendo que ya casi llegabamos al centro comercial.

Sonrío y sigo la dirección de su mirada.
- Oh... ya casi llegamos. Hay diferentes restaurantes que se especializan en ciertos tipos de comida. Los están de comida italiana, americana... por supuesto que también la japonesa. Y claro, nunca falta el de comida rápida. ¿Qué tipo de comida le gusta a Hibari-san?

juhm... en realidad no tengo mucha preferencia con la comida, pero... mejor vamos por comida japonesa, es mas economico despues de todo...
Rei un poco y empece a buscar por todas partes el restaurante.
Wao, este lugar es mas grande de lo que parece...
Mirando la inmensidad del lugar me quede bastante asombrado.